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“Corre como yendo a otra dimensión
da pasos en el vacío de la muerte
corre
sin saber su destino”

Cómo celebraremos el llanto si no es con la rabia
las fronteras solo deben de existir en la piel
que nos viste de tornasol
castigados hemos sido desde la sangre
cómplices de la negación en silencio
con la vida huyendo como el viento
entre los dedos de la muerte

Somos la tierra que se traga la desesperación de las madres
como lo hace con las semillas matándolas
hasta hacer florecer los frutos

Somos la muerte que transita
como migrante de camino al norte
mojado con lágrimas
y lamentos a las espaldas
desaparecido de los gritos
estudiante del filo
pendiente de la muerte dentro de las fauces de la bestia

Somos un cielo en las lomas del infierno
el desperdicio de un paraíso
donde solo habitan piedras
una piedra en el camino empedrado

Somos un grito perdido en los montes del cielo
que ha caído calcinado a los pies de la democracia
como un ataque de mal de amores que nos gobierna
que se volvió alarido ante el bullicio de la sordera

Somos una voz en el desierto del norte
un rio de voces apagadas ante el fuego del narco
molido ante el silencio de la muerte
como un perro que mastica la carne
y se le sale de la trompa
por querérselo tragar de un solo bocado